28 de julio de 2013

En la granja del tío Rob, ia ia ooooo.

Hoy nos hemos ido de nuevo de excursión. 

Me ha tocado a mí llevar el coche hasta la granja del tío Rob, así que super au pair al rescate!!! 

Da gusto lo bien que se conduce por aquí, donde cualquier carretera de poca monta se merienda a nuestras autovías:) Los carriles son super amplios y todo camino de vacas está perfectamente asfaltado. Aunque sigue haciéndome gracia ver como aparecen semáforos en medio del lugar más inesperado, pues aquí las autovías se cruzan, jaja.

He conducido largo rato por una carretera totalmente recta en la que tienes que ir a 80, donde es difícil contener la tentación de pisar hasta el fondo el acelerador, y en mi tipo de carretera preferido (esos caminos estrechos en los que los árboles se cruzan desde ambos lados hasta formar un túnel). Y mi american mum se ha despertado repentinamente y me ha dicho :

-¡para, es aquí! 
-¿dónde? 

Y he visto un cartelillo con un nombre en medio de un enorme campo, al lado de un lago lleno de patos: ¿La granja? ¡¡Pero si tienen un bosque de su propiedad!!


El lugar es precioso y la casa enorme, de esas en las que el techo tiene 4 metros de alto... 






Y después de comer, ¡piscina! Que gusto con este calor tumbarse en la colchoneta, con los pies en el agua, y ver como un águila sobrevuela la piscina...






Para merendar helado y tarta. Y tras pasar la repentina tormenta de escasa media hora, ha vuelto el sol y nos hemos ido a dar una vuelta por su bosque en un cochecito, mezcla de mini tractor y carrito de golf...jajajaj. 




El tour por el terreno ha durado cerca de una hora, para que os hagáis una idea del tamaño de la finca....



Y es que hemos ido a ver el lago que allí tienen, con barquita y todo, porque de vez en cuando hay que vigilar las presas que en él construyen los castores... 

En una parada se me ha ocurrido bajar del coche y al apoyar los pies en el suelo todo el mundo se ha puesto a gritar!!! ¡en inglés, claro! así que he tardado en entender que lo que estaban chillando es que las plantas que allí había son super venenosas!!!! menos mal que llevaba botines..., porque las plantas me daban justo por los tobillos: por poco me tengo que ir al hospital, fiuuu.

De camino nos hemos cruzado con un zorro, un conejito, un ciervo y ¡un millón de mariposas! Aquí hay muchísimas, y son enormes y super cercanas, así como te descuidas se te posan encima, doy fe, jjejeje.




Y para acabar el día de granjeros... nos hemos ido a darle de comer a los caballos. Sin palabras.





Por cierto, aquí organizan bodas, así que si alguno se anima... os lo recomiendo, es un lugar precioso.


Todo lo bueno se acaba... y nos ha tocado volver a casa, pero de camino no podía faltar la cena en el mítico local de barbacoa! Las raciones son tan grandes que ya nos hemos traído lista la comida de mañana: genial! 

¡¡Mi domingo ha sido perfecto!!


¿habéis hecho algo interesante los demás? ;)




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