Cuando llegué a Inglaterra me pidieron
que enumerara qué esperaba de mi estancia aquí: qué quería ver, probar o
aprender... lo primero que salió de mi boca fue ¡conducir por el otro lado!
Es raro tener que
pensar por qué puerta tienes que entrar cada vez que te acercas al coche (sí,
sigo dudando) y fue curioso ir conduciendo los primeros días mientras me repetía
en alto por este lado, por este lado, por
este lado... para mantenerme en el carril correcto. Pero eso ya está
automatizado y conducir por aquí me resulta de lo más natural.
Conozco a pocas
personas que se sientan cómodas (o al menos hayan probado) conduciendo un coche
manual, uno automático, por la derecha y a la izquierda. Yo lo he hecho todo. A
ver quién se atreve a decirme que las mujeres no saben conducir!!!
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