10 de marzo de 2015

Arribada




Siempre existirá esa costumbre de visitar lo que tenemos lejos y nunca encontrar el momento de ver lo de al lado... así que este año por primera vez hemos ido a la Arribada. Tanta fama nacional y por unas cosas u otras nunca podemos visitarla, así que este año no había excusa. Un tachón más en mi lista de cosas que hacer una vez en la vida (y os aseguro que es una lista bastaaaante larga, así que cada nueva cosa fuera sienta de maravilla).

Una de las cosas que más me sorprendió al hablar de historia con personas de EEUU, fue la poca conciencia histórica que ellos tienen sobre nosotros (los europeos), aunque no se de que me extraño, si nosotros mismos desconocemos la mayor parte de nuestros grandes hitos históricos... pues ahí va un poco de historia: la noticia del descubrimiento de América llego a través de ¡Baiona! Aquí tocó puerto una de las carabelas de Cristóbal Colón en 1493 para anunciar el descubrimiento del Nuevo Mundo. Y ahí el origen de esta fiesta: la "arribada" de La Pinta a Baiona el 1 de marzo de 1493.


Lo mejor: este año no puede haber queja del clima (un precioso día de sol se agradece en una festividad como esta); las calles llenas de gente con un ambientazo espectacular; y sin duda el viaje en barco: cómodo, no hay problemas para aparcar y además disfrutas del tour por la ría de Vigo. La pega de volver tarde es que el aforo se ve tremendamente reducido cuando nadie quiere ir en el piso superior, abierto, por el frío, pero las vistas de la puesta de sol sobre las islas Cies bien merecen la pena.

Lo peor: en mi opinión, teniendo en cuenta la tradición que tienes esta fiesta y la de veces que he oído hablar de ella... me imaginaba que estaría mejor organizada. El programa de eventos bastante caótico y poco aforo para el público en las principales actuaciones. Y por cierto, ya lo he dicho y se ha visto muchas veces aquí mi afición por los disfraces, sin embargo este año decidimos no disfrazarnos ya que fue todo a última hora y no teníamos tiempo para buscarnos un disfraz medianamente adecuado. Pero a los que sí se disfrazan: Baiona en 1493, ¿vale?? Lo de duende, juego de tronos o romano, no tiene ningún sentido.


En definitiva, las vistas y el ambiente en Baiona en un fin de semana como este es un plan estupendo, y si el sol acompaña, una forma de pasar el día de lo más entretenida. En cuanto a la organización y el rigor histórico... para haber sido proclamada una fiesta de interés nacional, en mi opinión, bastante verde... aun que su localización y la historia detrás de esta ciudad la dotan de una gran relevancia.































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