Para los que os guste la
playa, fiesta desmadrada y el clima tropical... Miami es vuestro sitio, pero a mí
me cansa esto más de dos días seguidos y he tenido la tremenda suerte de
encontrar gente con mi misma idea, así que nos hemos lanzado a descubrir más
sobre la zona.
Vista la fauna que habita
sus playas... nos decantamos por ir a ver a los auténticos animalitos. Y sin
duda no se puede abandonar la zona sin aprovechar para ver cocodrilos y
caimanes, y es que Florida es el único rincón del mundo en el que podréis
encontrar ambas especies en convivencia (algo he aprendido en este viaje eh:))
Lo cierto que ante la
pregunta de si me gustan los animales siempre digo que sí... pero no soy una de
esas personas/ ONG que colecciona mascotas en su casa.... me gustan, pero
lejos... jejej. Pero la verdad que este tipo de especies me despiertan especial
curiosidad... y no todos los días tiene una la oportunidad de tener un caimán
en sus manos.
Este parque es una especie
de reserva para reptiles y otras especies de la zona. Hemos visto cientos de
cocodrilos, aves espectaculares (aluciné con el tamaño de los pelícanos) y
hasta un puma (si os lanzáis a la aventura de adentraros en la “jungla” de Florida,
ojo con lo que os podéis encontrar….). Lo único que me ha quedado pena es no
haber visto los flamencos, otra especie que me resulta especialmente graciosa.
Ya de camino nos encontramos con otros ejemplo de fauna
autóctona... |
Pero bueno, la atracción
principal, sin duda, los “lagartitos". Hemos tenido la oportunidad de
verlos en todas sus etapas de crecimiento, año a año. Qué monos, parecen
inofensivos...
Pero la verdad que ver a
los grandes ¡impresiona! Asistimos a dos espectáculos: el típico de “a que me atrevo a meter la cabeza dentro de
la boca del león” (en este caso un caimán o cocodrilo. Lo siento pero
cuando explicaron las diferencias estaba un poco ausente) y otro dándoles de
comer... Yo pasé de las gradas, me senté directamente al otro lado de la vaya, viéndolos
lo más cerca posible. Lo cierto es que impresiona ver como este dinosaurio se
mueve directamente hacia ti. Esto si es realmente un monstruo.
Fijaros en la patita de este... pero tranquilos, se desplazaba sin ningun problema. |
¿Os habéis fijado en el tamaño
de un diente de cocodrilo? |
¡Ah, me olvidaba del
airboat! Totalmente de película. Nos han hecho un tour por el río montados en
esta super lancha motora. A la carrera, jajaj. Hemos acabado empapados pero ha
sido divertidísimo. Me alegro de haber llevado chanclas, porque el agua nos llegaba
a los tobillos, jajja. Lo más gracioso, un bebé sentado a mi lado, todos
preocupados pensando que la pobre lo pasaría fatal... calculo que no tendría más
de 6 meses y disfruto del viaje como una enana que es, jajajj. Se lo pasó
genial.
Menos mal que esto
fue antes de ir a ver el show de alimentar a los cocodrilos, porque viendo como
trepan a la verja... el río está plagado de cocodrilos y el cuidador nos dijo que
puede pasar que se suban al barco, pues es mucho más bajo que la vaya... ¡menos
mal que esto nos lo contó después!
Y ya que todo tenía que ver con cocodrilos... No pudimos resistirnos a probar la carne de este reptil. Está bueno. Sabe a pollo pero la carne es un poco chicle. Pero a mí me gustó.
Bueno, en definitiva, una experiencia super divertida.
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