MIAMI

Hace unas semanas me ofrecieron unos días libres por Navidad, por si quería aprovechar para hacer algún viajecito... ¡pues claro! Estas oportunidades no se pueden dejar pasar. Así que manos a la obra, me propuse buscar un sitio con calorcito. Estaba claro: Florida.

 

Recién llegados a MIAMI. ¿Por dónde empezamos?

Motel de peli.

 

¿Cómo? Pues facilísimo. Busca un grupo de gente con las mismas ganas de fiesta que tú y lanzaros a la aventura de conocer un nuevo rinconcito del mundo. Nada más ni nada menos que una de las cunas del pecado: Miami, donde todo vale. Es un lugar completamente al margen de la ley. Para daros un ejemplo: en Estados Unidos están prohibidos los puros cubanos. En Miami  no sólo están permitidos, sino que tienen ¡su propia fábrica!

Hacen los puros en la propia calle

Pero no os vayáis a creer que hay que pervertirse para ir a esta ciudad. Lo cierto es que cuando digo que todo vale, es en el sentido de que puedes encontrar lo que quieras: fiesta desmadrada o algo más relajado; cuerpos trabajados hasta el extremo y looks escrupulosamente cuidados… hasta un ambiente y estilo de lo más casual. De hecho, abundaba más lo segundo.

La verdad que no es esta una de mis ciudades favoritas, parece todo falso, pura fachada: coches de escándalo, pieles bronceadas en exceso, grandes edificios sobre la playa...todo parece irreal; es como vivir dentro de una película. Pero ir a Miami de visita para disfrutar unos días de sol y playa... ¡gran idea! Sobre todo si es en pleno invierno y puedes disfrutar de una temperatura de 30 grados cuando todos los demás están muertos de frio.

Si cada vez que viera un cpche que me gusta le hubiera hecho una foto... no habria hecho otra cosa!

Para desconectar y olvidarte de todo durante unos días es un lugar estupendo. Sobre todo cuando pones los pies en la ciudad y lo primero en lo que piensas es en lanzarte al agua y cuando llegas... ¡está caliente! Qué gozada. Aunque lo cierto es que nosotros no fuimos con mucho plan de tirarnos en la playa vuelta y vuelta. Nos pasamos la mayor parte del tiempo en el coche corriendo de un lado para otro, pero ya que teniamos pocos dias qeriamos aprovecharlos a tope.

Una de mis cosas favoritas de Miami es pasear por la calle levantando la vista hacia los edificios. Cada uno es totalmente diferente y preciosos.

Faro del cabo Florida

Lo cierto es que me he encontrado no solo calor, sino que el clima es tan sumamente húmedo que no aprecias la diferencia de si estas dentro del agua o fuera, si estas mojado o seco. Me he pasado 4 días con la sensación de tener el cuerpo completamente cubierto de agua de mar, constantemente sientes la sal sobre la piel y notas las manos siempre mojadas. Y del pelo ya ni hablar, por supuesto. ¿Veis todas esas rubias despampanantes de las películas con el pelo recién salido de la peluquería? Es absolutamente imposible, os lo aseguro. Incluso cuando te tocas el pelo lo sientes como si acabaras de salir del mar.

Y a todos los que me decían que llevara ropa de primavera, no de pleno verano, y una chaqueta para las noches… no sabéis cuanto me he acordado de vosotros; cuanto os he odiado. ¡Qué calor!

Lo cierto es que estoy en plena depresión post vacacional. Lo primero que hice nada más llegar a casa fue vaciar la maleta, no vaya a ser que se me ocurra partir de nuevo! Salir de Miami con 30 grados, que el primer avión sufra unas tremendas turbulencias y se retrase una hora por culpa del fuerte viento y que cuando llegamos al destino final nos sorprenda una impresionante nevada no ayuda.

He experimentado un cambio de 30 grados en unas horas y esta semana los termómetros han bajado 15 grados más... ¡quiero volver a la playa! :(

Expectacular Atlanta desde el cielo.

PD. perdon por todos los acentos que me como a veces... pero en los ordenadores americano no hay acentos... y me lo pone bastante dificil.