En Carolina del Norte (USA) tuve la oportunidad
de visitar uno de los faros más fotogénicos que he visto nunca, durante una de
nuestras escapadas durante las vacaciones de verano.
Sin duda el faro se
vende por sí sólo, pues es uno de los más pintorescos que he conocido. Pero su
historia no es menos curiosa. En resumen, el faro fue construido como todo faro
mundial, en la punta de la isla para guiar a los barcos. Hasta ahí todo normal.
El problema es que está situado en una pequeña islita que la fuerza del mar ha
ido erosionando, lo que provocó que el faro acabara demasiado en el borde, lo que
lo hacía peligrar. Pero como en USA parece que todo lo que construyen es portátil,
levantaron el faro y lo movieron al lugar adecuado. De hecho se puede ver sobre
la tierra el trayecto recorrido por el faro desde su origen hasta el lugar en
el que se encuentra actualmente.
¿Qué os parece?
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