¡Ya creía que nunca iba a poder actualizar esto! ¡Por fin he sacado un minuto! Estos días están siendo un no parar.
Os cuento: He estado dos días cruzándome la mitad de un nuevo estado ;)
Me he ido hasta el centro de Penssylvania un par de días y he vuelto, por dos rutas distintas, y que diferencia. Cuando contaba con horas de autopista, me he encontrado con interminables carreteras rodeadas de campo, rutas de montaña y cañones de ríos espectaculares. En más de un momento me he sentido cruzando Galicia ;)
A la ida me encontré totalmente sola en una carretera rodeada de granjas y una puesta de sol preciosa. Cuando ya daba por sentado que mi GPS se había perdido y aquello no me conducía a ningún lugar civilizado, me paré para reiniciarlo. Fue entonces cuando una bandada de gansos pasó sobrevolandome muy cerca del coche. Que pasada, yo estoy acostumbrada a pajarillos o gaviotas, no a pájaros de semejante tamaño.
Confirmada la ruta seguí mi camino hasta que vi algo caminando por la carretera... con una vestimenta extraña... eran Amish ;) Que bonito ver al anochecer sus enormes casas- granja iluminadas por velas...
Y por fin en mi destino, pasé la noche en uno de esos moteles en los que se ruedan todas las pelis de gangsters... película de miedo total, jajaj. Eso sí, la pinta por fuera no lo vende, pero fue la habitación más amplia en la que me hospedado nunca: enorme! Mesa para dos, nevera, microondas, tele... creo que he estado en algún hotel con habitaciones del tamaño de su baño :) Y en cuanto al precio, 3 veces menos que los demás hostales de la zona, y no entiendo por qué, si este era el más céntrico... es que en realidad ya no era un motel de carretera, pues la ciudad se construyó a su alrededor, jejej.
Y el lunes vacaciones y nada de esperar. Decidí emprender ruta en ese mismo instante y hacer que mi viaje de regreso durara el doble, parándome en todo rinconcito cuanto encontré ;)
La parada para comer la reservé para la capital, Harrisburg, típica ciudad americana, con el encanto que tiene toda metrópolis cruzada por un río, con sus respectivos puentes y vistas. Me ha hecho gracia que se han construido su propio capitolio.
Y de ahí rumbo a Gettysburg, punto clave de la guerra civil estadounidense. Un pueblo histórico muy bonito, totalmente construido en torno a la memoria del campo de batalla, el cual se puede visitar, dando un estupendo paseo por el frente, viendo los cañones y tratando de recrear la escena ;)
La siguiente estación, el cementerio, que aunque suena macabro, no tienen aquí la concepción de sitio fantasmagórico y de culto religioso que impera en España. Aquí es un lugar estupendo para pasear, ir a correr o simplemente sentarte en un banco a leer un libro. Lo cierto es que el lugar es precioso y super tranquilo, y después de un largo viaje resulta estupendo poder estirar las piernas.
¿Habéis visto Homeland? Esta es la ciudad que visita la familia de Brody, donde recogen el chaleco bomba;)
Pero el objetivo principal de mi viaje estaba claro, y es que me meto en cada berenjenal yo sola... pero lo conseguí! Adri, te compre el gorro que te prometí, ¿¿te acuerdas?? heheheheh
Cuando ya había emprendido mi viaje de vuelta, me fui encontrando más monumentos por el camino. Cómo me gustan estas sorpresas, esos viajes no programados en los que simplemente las cosas van apareciendo ante ti ;)
Más conmemoraciones de todos los soldados... |
Este monumento sirve también de mirador (sí, se puede subir hasta arriba) y la vista alcanza bastante lejos, pues esta zona es totalmente llana.
Llegando ya a casa, la entrada a Washington me tocó bastante concurrida... no sólo no me importa, sino que me encanta:) Más música y tiempo para mi en el coche, un habitáculo todo para mi, sin que nadie moleste y ya que nadie me exige hora de llegada... Me dio la oportunidad de disfrutar otra puesta de sol y ver como al llegar a casa el cielo me esperaba rosa.
Hasta la próxima Penn, encantada de haberte conocido.
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