Vuelta al cole

Os dije hace unos días que me lo estaba tomando de relax, ¿no? Pues olvidadlo, esta semana el nivel de estrés creo que lo he llevado al máximo. Demasiados días tranquila no van conmigo jejej, así que me estoy metiendo en todo berenjenal cuanto encuentro, buf!

Estos días estamos de adaptación a la vuelta al cole. Regreso para los niños, los padres, yo... estamos a tope con retomar la ocupación normal para todos y cuadrar horarios se está convirtiendo en misión imposible. 

Esta semana me he montado en uno de los buses del cole, sí sí, uno de esos amarillos como los de la tele. Lo cierto es que son espantosos por dentro. Son iguales a los de las prisiones, sólo que estos los pintan de amarillo :)

En cuanto a los coles la verdad que me llaman bastante la atención. Todo es super cercano, los profes están en constante contacto con los padres vía email, teléfono o se escriben notas en un cuaderno que cada niño lleva en su mochila... de hecho a principio de curso te llaman por teléfono para presentarse, en plan, sony fulanito de tal, y voy a ser la profe de tu hijo... se me hace todo super raro, pero la verdad es que está muy bien. Al menos los niños pequeños, lejos de un programa estable de contenidos a aprender hacen muchísimas actividades en la comunidad y de interacción con el entorno: los llevan a coger libros a la biblioteca una vez por semana, tienen un huertito donde los niños cultivan sus propias hortalizas... es super ameno para los peques.

Eso sí, una cosa que aluciné el otro día al entrar en una clase fue que... todos los niños eran rubios! que es esto, ¿¿Suecia?? :)

Tengo un millón de ganas de hacer la maleta YA!  y emprender viaje, pero cada vez busco destinos más lejos y eso requiere organización (y ahorrar jeje).  Pero de este finde no pasa seguir explorando y exprimiendo el turisteo ;)