-¿NY otra vez??
¡Sí!
- ¿A qué??
¿Acaso hace falta una razón para volver a NY??
Pues simplemente un día de paseo, algo de turismo y callejear una y otra vez por sus calles. Lo cierto es que es una gozada moverse por Manhattan sin necesidad ni siquiera de sacar el mapa. Ahí es donde me di cuenta de que ya he visto esta ciudad más veces de lo normal (que nunca demasiadas)
La verdad que es difícil empaparse del espíritu navideño cuando te encuentras con un día soleado y una temperatura casi veraniega; pero cuando te acercas a la quinta avenida y ves que es casi imposible caminar por la acera y que tardas ¡una hora! en recorrer un pasillo que normalmente te llevaría 5 minutos... te das cuenta de que algo se cuece en la ciudad.
Pero bueno, se disfrutan más las luces navideñas cuando oscurece, así que aprovechando la luz del día nos hemos ido a hacer algo de turismo y a visitar alguno de esos rincones que todavía no había visto en la ciudad.
Para empezar: la biblioteca pública de NY y la enorme pista de patinaje de Bryant Park (tan grande como la cola para patinar en ella y es que esta pista es gratuita...). la biblioteca es realmente muy bonita, pero mi duda es cómo alguien puede estudiar aquí, pues está completamente llena de turistas.
De ahí, en busca de un
lugar más fresco que el centro de la ciudad, donde dar un tranquilo paseo: Central
Park. Sencillamente perfecto. Es como estar totalmente en otro mundo.
Y de ahí, a recorrer la Quinta
avenida y ver todas las luces y los locos decorados de algunos escaparates. Y
por supuesto, obligadísima parada para ver el árbol del Rockefeller Center (y
su minúscula pista de patinaje: ridículo que se haya convertido en la pista de
patinaje sobre hielo más famosa del planeta)
Con el árbol de Navidad más
famoso del mundo. |
Un poco más de paseo y...
de regreso a casa, que al día siguiente nos esperan las luces de otra gran
ciudad.
Hasta pronto Nueva York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario