17 de agosto de 2013

Cuando vives en la playa...

Estos días el tiempo se ha puesto en nuestra contra y el cielo se mantiene gris, así que el plan está siendo relax en casa pero… ¿por qué no dar un paseo por la playa antes de la cena? Los días aparentan desapacibles, pero están mejor de lo  que se ve a través del cristal. Una vez calma el viento la temperatura es estupenda.
Al llegar a la orilla nos encontramos con un efecto descrito como anecdótico por los surfistas: el agua se convierte en espuma al llegar  a la orilla. Es como una especie de fiesta de la espuma natural. Unos 4 centímetros de espuma sólida, justo para cubrir los pies y llenarte las manos! ;)

Como el día estaba fresco por el viento, fui en vaqueros, que me remangué para ir a la orilla. Para cuando me di cuenta el agua me llegaba por encima de las rodillas, y uno de los niños se me había caído al agua, así que empapado hasta la cabeza… ya que mas da!! El agua del mar está templada así que a seguir saltanto en el agua y en la arena. Y rebozados como croquetas de vuelta a casa.
(sorry, pero no llevé la cámara, de casa a la playa sólo con lo puesto).
Cuando os digo que para ir a la playa sólo tengo que cruzar una calle... es que la arena invade de hecho esa calle :)
Otra curiosidad, lo primero que me llamó la atención al llegar aquí, las casas están elevadas. Es el modo que tienen de paliar los huracanes...la planta inferior está hueca, la casa se sostiene sobre pilares de madera (tipo hórreo ;)).



Y en al volver a casa, momentos de terraza esperando a la puesta de sol.


Algunas imágenes aparecen como si hubiera una especie de niebla... es que la cámara se empañaba por el calor ;) me pasaba lo mismo en las gafas cada vez que salía de casa, ya fuera de día o de noche, jejje






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