Esta
semana nos hemos ido al zoo de Washington, mucho más grande que el de Central
Park y este además es gratis (el de NY está entre 12 y 18 dólares).
Lo cierto
es que el zoo es enorme, dividido en distintas áreas, representando diferentes
zonas de la Tierra. Pero me quedé con la impresión de que no había demasiados
animales… Uno de cada y punto, y no me gustó tanto como me esperaba… a lo mejor
es que llevaba unas expectativas demasiado altas, que hacía un calor infernal, que
estaba agotada y hambrienta.. o que el día anterior había estado hablando sobre
zoos con una chica de Sudáfrica… ¡imaginaros como es allí un zoo!
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Estas medusas eran minúsculas... |
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cuando vi a estos cocodrilos pensé que eran estatuas...
tarde un buen rato en darme cuenta de que se movían. |
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Perros de la pradera |
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Estos cables cruzan todo el parque.
Lo utilizan los orangutanes para recorrer el zoo. |
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¡Esta anaconda era enooorme!
Cada uno de sus pliegues era del tamaño de mi mano (de alto y de ancho). |
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Esto es lo que se usa aquí para paliar el calor... ;) |
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Mis pies comparados con un elefante ;) |
La
verdad es que el humor mejoró mucho después de ir a “cenar” a las 5 de la tarde.
Fuimos a un restaurante mejicano en pleno centro de la ciudad extremadamente ambientado
al estilo mejicano, con flores y lleno de colorido. Y la comida estupenda. La verdad
es que me estoy aficionando a la comida mejicana.
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¡¡¡MARGARITAS!!! |
Y en
cuanto al zoo, tengo ganas de volver para verlo con más calma, que seguro hay
muchas cosas que no he podido disfrutar. Ya lo próxima vez os cuento mis
impresiones.
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