18 de enero de 2014

LIBRARY OF CONGRESS



Ya os había dicho que como Washington es precisamente donde vivo... al final es donde menos turismo hago! La veo como mi casa y como siento que no es una ciudad que me corra prisa visitar... y eso no me gusta, pues todavía hay muchas cosas que aún no he visto!!! La veo mucho, voy siempre que puedo y me vuelve a enamorar cada vez que lo hago, pero paseo, disfruto del tiempo recorriéndola, deslumbrándome con cada calle, cada edificio, cada plaza… pero aún hay mucho por ver, mucho turismo que hacer y muchiiiisimo que disfrutar, así que me he propuesto (re)descubrir esta ciudad como una turista más, como si fuera la primera vez que me planto ante ella.

Y he decidido empezar por visitar una de las primeras cosas en mi lista de “si algún día voy a Washington (aun no sabía que acabaría aquí) no puedo dejar de ver …”: La biblioteca del Congreso.
Una de las bibliotecas más famosas y bonitas del mundo. Y lo he comprobado por mí misma y lo confirmo! Preciosa! Os hable de la biblioteca pública de Bryant park en NY (http://diarioderutausa.blogspot.com/2013/12/ny-xmas.html), muy bonita, pero mucho más austera. Esta me ha resultado mucho más espectacular. 

Lo cierto es que la Biblioteca del Congreso la componen  cuatro edificios y es la segunda biblioteca más grande del mundo (después de la British Library; la tercera es la de NY). En este caso hemos visitado el edificio de Thomas Jefferson, uno de los más emblemáticos de la ciudad (fue por ejemplo, el primero con bombillas:)


Todo en esta ciudad (y en este país en general), es bastante moderno en comparación con el concepto de “antiguo” que tenemos en Europa, pero los edificios han sido diseñados expresamente para ser visitados, así que se han inspirado en el antiguo arte europeo para hacer este edificio lo más bonito posible, así que su estilo antiguo, su colorido y su gusto y calidad arquitectónicos os aseguro que no dejan indiferente a nadie.

Solo el hall de entrada es ya de por sí una visita que merece la pena. Creo que de hecho es la parte que nos ha llevado más tiempo: lo cierto es que no tengo ni idea de la cantidad de minutos que allí consumimos (que no perdimos) viendo todo lo que nos rodeaba. Me parece que el momento en el que decidimos continuar la visita fue cuando comenzamos a sentir el dolor de cuello, jeje

Recorriendo sus pasillos llegamos al sótano, donde recorrimos un pasillo que parecía no terminar nunca hasta que… ¿Dónde estamos? ¡En el Capitolio! Todos estos edificios se comunican por pasadizos subterráneos que recorren las entrañas de la ciudad a lo largo de varios kilómetros. Uno se puede cruzar media ciudad sin salir al exterior. Pero bueno, lo del Capitolio es otra historia :)

La verdad es que nuestra intención era aprovechar para estudiar allí un ratito, pero nuestro gozo en un pozo cuando descubrimos que hace falta un permiso especial para eso (que seguro no es fácil de conseguir). Bueno, estudiar no estudiamos, pero la visita por si sola ya fue productiva.






















El Capitolio visto desde el edificio Thomas Jefferson

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