29 de septiembre de 2013

Washingtoneando

No se me ocurre un mejor plan para una tarde que pasarla en Washington. Siempre hay algo que hacer o algo que ver (sin duda mi principal asignatura pendiente aquí). Perdón por lo que voy a decir, estoy in love con New York, pero DC se ha convertido en mi ciudad favorita en USA, por muchos motivos. NY está genial para visitar, incluso para vivir una temporada, pero no demasiado larga. Es una ciudad increíble, super de película, pero tanta emoción no se puede mantener mucho tiempo o pierde la magia. Está bien conservar esos rincones tan especiales para tomarlos en pequeñas dosis y que no pierdan su encanto, pero para elegir una ciudad donde vivir prefiero la capital: Muy bonita y sin duda mucho más tranquila que la gran manzana (excepto si cometes el error de venir en coche).

Nos fuimos, para empezar ya por todo lo alto, al Pentágono. Llama la atención supongo que desde la vista aérea, pero lo que es desde tierra... un edificio más. Naaaada que ver, por no dejar no te permiten ni acercarte a la acera, tienes que verlo desde la acera de enfrente... Lo único que han inventado para hacerlo un poco bonito es un parquecillo en recuerdo de las víctimas del 11S (sí, no sólo fue en las torres gemelas...), pero nada más que hacer allí. En un viaje express a Washington es un lugar a evitar, hay cosas mucho más bonitas en la zona centro.





De ahí al cementerio de Arligton, destacado en toda guía de viajes como espectacular. Pues a mi no me ha gustado tanto, me ha parecido mucho más bonito (y menos masificado) el cementerio de Gettysburg, mucho más tranquilo y enternecedor. El de Arligton parecía de todo menos un cementerio: gente, gente y gente, un autobús haciendo un recorrido turístico, jaleo por todas partes... lo único destacado es si queréis visitar la tumba de Kennedy (la mitad de las cosas que ver en DC desmerecen un poco porque todo está en obras) y las vistas. La verdad es que recorrerse el cementerio supone un graaaan paseo, ¡es enorme! Lo más gracioso, ver como nos cerraba el paso un grupo de gansos, cruzando en fila india de un lado al otro del jardín (eran como unos 50).








De ahí andando al Lincoln Memorial, visita obligadisisisima. Creo que lo mejor que hay aquí (y hay muchas cosas buenas). Indescriptible. Hay que verlo. Mucho más grande de lo que lo imaginaba, absolutamente espectacular. Desde ahí también podéis ver el monumento a Washington, precioso reflejado en el agua (a pesar de su eterna reparación)








Y por fin a cenar. Mis consejos son, si quereis algo más casual, Chinatown, un montón de locales de comida "rápida" como mejicanos, sitios de tapas, etc, o para algo más de ambiente bohemio, Georgetown. A golpe de sábado noche nos decantamos por la última: ciudad universitaria, con calles llenas de locales chiquitines cada uno con su propia personalidad. Estupendo para una cena diferente cada día, pues cada lugar es único, nada de cadenas de restaurantes.

nuestro restaurante
Y para bajar la cena, un paseo hasta la universidad de Georgetown. Preciosa, imposible no recordar a Harry Potter. La verdad que tiene que ser un gusto levantarse cada mañana pensando en ir a clase... :)


Las escaleras de "El exorcista"

Ya os seguiré contando más cosas de Washington, porque pienso verlo tooodo:) Desde luego no es una ciudad para ver en un solo día.








No hay comentarios:

Publicar un comentario