21 de agosto de 2013

Williamsburg

Salimos de casa con el plan de pasar el día en el coche:

Así que nada más salir, parada a redesayunar (¿¿¿por qué??? si he desayunado hace escasos 5 minutos, y no han pasado ni dos desde que arrancamos.  ¿¿Y ya paramos ??. Nunca entenderé estas cosas). El caso es que nada más aparcar me dicen: prepárate, estas a punto de vivir la experiencia más americana de tu vida. Mítico restaurante de película: lleno de gente zampándose para desayunar platos combinados  y toneladas de café (sí, es tal cual como en las películas; tu pagas una taza de café, pero a cada sorbo que le das viene la camarera y te pregunta si quieres que te rellene la taza... pero aun no te ha dado tiempo de hacer hueco en ella... :)).

Así que recién desayunada me dispuse a redesayunar huevos fritos y tostadas repletas de mantequilla... :)


¿Y ahora? pues horas de coche por delante, jejejej.




En la ruta pasamos por un pueblecillo "histórico". Me hace mucha gracia la facilidad con  la que usan aquí esa palabra, pues estos pueblos no tienen más de 400 años, menos de lo que tiene cualquier ciudad en Europa, jaaja.

Bueno el caso es que han reconstruido totalmente un pueblecillo inspirándose en la época colonial.  Williamsburg es precioso. Incluso la gente del pueblo viste con ropa de época y están prohibidos los vehículos de motor, sólo carros tirados por caballos circulan por el pueblo. No han escatimado en ningún detalle y exceptuando que en las calles hay farolas, el resto es totalmente realista. Hasta los productos que utilizan y la comida que sirven están cuidados al detalle.  







La verdad que para amenizar el viaje es un lugar estupendo, un pueblo muy tranquilo y muy bonito, y realmente sientes que estas en otra época ;).




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